lunes, 1 de diciembre de 2008

Relaciones que crecen

Hace algunos años me permití mi cuerpo. Me descubrí una tarde en la ducha, una noche en el sillón de mi cuarto, una mañana entre las sábanas. Mi cuerpo y yo nos conocimos, nos gustamos y empezamos a pasar más tiempo juntos.

Tengo unos amigos que me acompañan en las noches solitarias y en las no tan solitarias. Y en la medida en que los he ido conociendo, me he conocido más. Con el tiempo, las cosas toman otros tonos, sabores y sensaciones. A veces vibran, otras brillan, hasta resisten el agua. Es una cosa de descubrirnos y hallarnos compatibles. Son tan insasiables como mi cuerpo y yo. Nunca nos fallan. Estan ahí cuando los necesitamos. Nos dan cariñitos. Quizás al principio no nos fue tan bien... Pero siempre llega el momento en que nos encontramos comprenetrados.


5:23 pm 1 noviembre 2008.

No hay comentarios.: