domingo, 10 de febrero de 2008

Fantasia #21: Agridulce...
¿Qué faltó?

(21, para que no vaya con las otras)
Este 'proyecto' quedó en stand by, porque me quitaste la inspiración, porque entro alguien más a formar parte de mis pensamientos fogosos, porque decidí fluir y no forzar mi imaginación o construir para ti, sino para mí. Ahora sí, todo lo anterior es para mí, tú solo tienes el privilegio de participar de una lectura... la que quieras darle. Esta, que también sigue siendo una fantasía, es para ti... no porque no haya tenido el valor de decírtelo, porque lo tengo, pero más bien porque nunca has estado disponible para escucharlo. Ahora léelo mientras yo insisto en dar por hecho lo siguiente:

Una taza de café. Dos. En una mesa, tú y yo. Yo hablo. Para estas cosas tú siempre callas. "No soy solo sexo. Piensa en mí más allá del frio de la ciudad, mas allá de una erección accidental incitada por una memoria de mi o de quien sea. Llámame un martes y no un viernes, para saber que es que querías saludarme, hace tanto no sabias de mí, no escuchabas mi voz…

No quiero nada serio. Creo que queda claro que, como la vez anterior, no se va a poder hacer nada, yo me voy, estamos lejos hoy por hoy, etc. ¿Te ayuda en algo eso?

Te deseo. Todavía te deseo (si quisiera, aquí mismo insertaría otras palabras, pero no conservo ningún rencor). Recuerdo nuestros cuerpos, todas las veces que estuvimos juntos. Compartimos momentos lindos y otros realmente deliciosos. Volvería a estar contigo así. Nos iba bien, más que bien, creo. No me digas que no te gustaba como te lo chupaba. Por eso me sigues llamando aun. Quizás en eso está el problema. No es lo mismo una llamada para sexo, que una llamada para sexo que finaliza con un te quiero. Un te quiero en nuestras circunstancias... qué significa.

[Aquí va el fluir de consciencia, omite lo siguiente si te aburre: Sé que hay unos sentimientos, un aprecio, un cariño, un recuerdo de amor pasado. Pero un te quiero en medio de meses sin hablar, de conversaciones donde claramente piensas en otras personas, de la misma lejanía de siempre... confunde todo. Es un te quiero que termina sonando como manipulación; un te quiero que duele más que el "cuídate" indiferente al que ya me estaba acostumbrando. Yo te quiero. Quizás tal como te refieres tú cuando me lo dices, pero reconozco una realidad y no me molesta. No estamos juntos. No estaremos juntos porque repetiríamos las mismas circunstancias. No estamos juntos porque ambos tenemos otros intereses, y los tuyos, más que los míos, incluyen otras camas.]



¿No podemos ser amigos como son los amigos? Y si tenemos otro acuerdo, ¿no puedes tratarme con un poco mas de respeto? Me refiero a lo siguiente y vuelvo a la única fantasía no relacionada con sexo: Una taza de café, una que otra vez cuando bajes. Una conversación libre, fluida, cómoda, corta, si así prefieres. Ya no me atrevo a pedirte, a esperar, que bajes solamente por mí. Bah! Eso ni pensarlo. Después de todo eso es lo que me demuestra que no somos tan amigos na'.

¿A que quiero llegar con esto (si es que decidiste continuar leyendo a pesar de tus instintos de saltar este número o cerrar el texto)? Quiero que seas más directo. Dime lo que quieres. Si no te encuentras en la disposición, no me llames para la taza de café que ansiaba, déjame otro mensaje de texto que diga: Estoy en San Juan y quiero que me lo chupes, ahora! No me dejes un mensaje de voz que termine con un te quiero un viernes en la tarde para luego contarme que estas chilling escuchando música y como ya se te paro el sábado por la noche. Llámame el sábado, dime que quieres chingar, que me deseas ver encima de ti, como la última vez. Prefiero eso.

Yo te quiero... CHINGAR. Cuantas veces me dé la gana. No solo a tu tiempo. Sino al mío también. Quiero mamártelo. Porque me gusta. Quiero venirme porque tú me lo provocas. Te quiero.

Dime qué te parece.

12:37am 11 febrero 2008.

No hay comentarios.: