Ya yo viví esa fase del cascarón, o la botella, como la llamé hace algunos meses. Pretendí poner mis sentimientos dentro para descubrir que se colaban por hendiduras invisibles. Así también es tu cascarón. Aún te tiento, aún me sientes. Estoy presente, porque al tratar de reprimirme me halas más a tu memoria. Me encargué de marcarte todos los lugares. Ese fue mi plan malévolo. Te construí imágenes en todos los rincones que conoces. Me escribí reclinada en tu cama para que me pegaras como a las niñas traviesas. Me ideé en tu ducha y tu tina. Mis rizos se impusieron para siempre como los más bellos, mi olor el más dulce, mis labios los más coquetos...
Me dibujé en tu estación de trabajo, en la sala de tus amigos, en el bar que más frecuentas. Ya no tienes escapatoria, en todo lugar, ahí estoy yo. Fui cavando mi lugar en ti con mucho esfuerzo y tus intentos no serán suficientes para borrarme.
4:20am 15 diciembre 2009.
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