sábado, 18 de agosto de 2007

No hay esqueletos en mi closet:
Casi una tirilla porno para mi amiga

Eso lo has entendido, ¿no?

Sí, esto es una historia un poco así: coqueta. Comienzo...

Erase una vez, ella y yo.

No. Espera. Todavía no. Primero hago una pequeñisima introducción. Jajajaja, introducción. No. No hay ninguna aquí. Lástima.

Siempre que tengo insomnio o problemas para dormir, pienso en sexo. A veces me toco. Me masturbo pensando en ella.

Recuerdo cuando salía y nos encontrabamos en la calle de casualidad. Eran tantos los pensamientos sucios (¿sucios verdaderamente?) en mi mente: Ven, ven donde mí, vente conmigo, junto a mí, las dos a la vez. Tratemos. Dale. Hazte sentir de mi. Tócame y verás como estoy lista. Húmeda.

De todos modos...
Una noche de verano con el sudor y todo el calor que hacía se me acercó y dijo: "Ven a mi cuarto, tengo algo para ti." Yo sabia todo lo que había en su cuarto, pero ahora la única cosa que me podía dar estaba frente a mí. Ella.

Bajamos las escaleras y entramos a su habitación.

1:41 am 9 agosto 2007.

Todo estaba limpio, no había desorden por ninguna parte. Sólo en mis pensamientos. Me hizo sentar en su cama y luego se quitó la ropa. Frente a mi: su pecho juvenil, sus (pocos) vellos sur, sus muslos, sus piernas... sus piernas que eran un sueño.

Se provó muchos vestidos. Todos bellos. Todos perfectos para aquel cuerpo suyo y luego me dijo: "Mira, esto es para ti."

Traducción 12:29am
18 agosto 2007.

No hay comentarios.: