jueves, 10 de abril de 2014

¿Cómo?

Detesto cuando me gritas. Me dan ganas de darte en la cara, pero luego recuerdo que eso me gusta. Me gusta darte en la cara porque siento unas cosquillas instantáneas en esos momentos de furia. Y me molesta que no pueda estar molesta porque mi mente me lleva al goce del castigo, de la tortura, de la piel roja y caliente bajo tu mano, de tus manos aprisionandome a tu cuerpo mientras me penetras en dulce travesura. Entonces una bofetada nunca puede suceder para no arruinarme el sueño y el juego del amo y la sumisa. Si tan solo quisieras ser mi amo, pero te me escapas, y luego de que me pasa la furia, me llega la tristeza.

No puedo odiarte porque los sentimientos mientras mas intensos, mas sensaciones traicioneras inspiran. ¿Qué hago? ¿Cómo me recupero? ¿Cómo vuelvo a rescatar las ganas de darte por venganza sin sumirme en el deseo de tenerte otra vez?

10:15pm 10 de abril de 2014.

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