Una y otra vez, una sola vez...

Vete. Tienes que irte. No te despidas. Siempre dices que lo harás y aquí me quedo con las piernas afeitadas, perfumada, vestida para ser desvestida, y nada. No llegas. No llamas. No te vas. Sigues.

Vete. Tienes que irte. Nada te detiene. Nada te entretiene. Ni yo. No para que no te vayas, sino en lo que te quedas. No me deseas. No me llamas. No llegas. No sigas.

Vete. Vete. Tienes que irte, mientras más rápido, mejor. No me llames ni me busques, no me envíes cartas ni mensajes, no me pienses ni me desees. No me sigas dejando sin nada mientras sigues aquí.

Vete. Tienes que irte. Nada te detiene. Ni yo. Quería que me desearas lo suficiente para que me llamaras, y me comieras. Para ser quien te entretuviera, en lo que te quedas. Y luego te fueras. Sin más.

Vete. Eso me queda. Desearte que te vayas para que no sigas... recordándome lo que no sientes por mí.

10:40pm 7 agosto 2008.