viernes, 12 de diciembre de 2008

El internet como perpetuador de mis vicios

Soy una mujer llena de energía. Sí, ese tipo de energía explosiva que es mejor empleada en asuntos relacionados al cuerpo. Soy también una usuaria recurrente de las computadoras portátiles y, sobre todo, del internet. Por consecuencia, he venido a descubrir unas nuevas formas de ejercitar mis energías, vibras, fuerzas, gustos..., y eso ha resultado en la continua degeneración de mi tiempo libre.

Me encanta leer, ver películas e investigar.

Entonces: el internet me ha dado literatura erótica disponible a toda hora, sitios donde puedo ver porno como si viera películas por cable, curiosidad por saber a quien estoy viendo, lo que me inspira a buscar los nombres de mis actores/actrices favoritos/as y ver qué guardamos en común. Ya sé las medidas de Mick Blue, las filmografías de Manuel Ferrara y Mark Ashley... el cumpleaños de Jenna Haze (el mismo que el mío) y la especialidad de Teagan Presley. Sé que una se casó con un productor y la otra tuvo dos hijos ya. Conozco los sitios más accesibles, donde hasta puedo guardar mis videos favoritos como si fuera Youtube, y las páginas de videos que usan los nombres de los actores en vez de poner "Brunette takes it up the ass and loves it".

Como ser una bellaca me ha restado tiempo productivo...

Esto puede argumentarse de varias formas, pero la realidad es que cuando no veo videos, estoy leyendo cuentos eróticos, o leyendo blogs de gente que cuenta sus experiencias, escribiendo en el mío otras bellaquerías... O en el caso de que no este online, estoy imaginando como incorporar las nuevas fantasías que se me van ocurriendo a un taller secreto que tengo por ahí.

Pero he descifrado un sistema. Gracias a mis amigas, con quienes puedo hablar de bellaquerías a cualquier hora del día como lo hariamos de literatura o filosofía, ;) he creado una especie de dieta para no disminuir mi tiempo productivo ni quitarle minutos a otras actividades importantes. Digamos más bien, una receta, un sistema compensatorio, no sé. Aquí algunas reglas:

  • Por cada 3 horas de trabajo académico, una hora para ver porno.
  • Ver pornografía sólo en la noche o en casos especiales donde no hay nadie en la casa y lo puedo disfrutar sin tener que escuchar el audio con audifonos puestos.
  • Leer cuentos eróticos cortos.
  • Hacer una lista de blogs, no más de 7, y seguir esos hasta que me canse.
  • Escribir mis ideas, tal cuando vengan para poderlas aprovechar en una futura empresa.

Digamos que he recuperado el balance. Mentira!!! Estoy hecha una viciosa, golosa, ligona y enferrrrrrma.

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Títulos alternos para este artículo:

  • El internet como vehículo para adquirir nuevos vicios y
    desmentirlos excusarlos escudarme de ellos reconocerlos.
  • Confesiones de una mujer sin control de su cuerpo
  • Remedios caseros para la adicción a la pornografía
  • Más porno, menos productividad
  • Perfil de Sirena Mango

12:03am 12 diciembre 2008.

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