martes, 26 de octubre de 2010

Me arrastras

Hoy te rindes ante mí, una vez más. Corta, una o dos horas que te emborrachas de alcohol y de mi voz. Te dejas llevar y me llevas a rastras con todas esas emociones vagabundas. Me pierdo y me entrego una vez más, sin excusas, con todo, y tú... despiertas del letargo, vuelves en ti y cancelas mi ilusión. Todo el erotismo, la humedad de mi sexo se queda inútil ante tu negativa.

Déjate llevar, te pido denuevo. te agarro y te tengo. Te fuerzo a sentirme, a escucharme otra vez. Caes, pero caes lejos, y la distancia nos despierta.


26 octubre 2010. 2:02am
publicado hoy 9 enero 2011. 12:59am
Revivo la herida.

domingo, 7 de marzo de 2010

Fin de mes

Esto me ocurre todos los meses. Entre finales y principio de un mes y otro, me llamas. A veces puedo resistirme y otras no. Siempre vuelvo a ti, lo que sea que eso signifique. Un día o dos o tres me vencen el amor y las energías, te extraño, te anhelo más que nunca, me toco, me torturo queriéndote. Próxima semana: me hago la fuerte, digo que no te voy a llamar, no te voy a escribir ni tan siquiera un mensaje de texto. No lo hago, pero tú tampoco. No hasta que llega el fin de mes. Creo ser siempre yo la que se rinde, a veces eres tú.

Se repite el ciclo. Hoy ya me toqué mil veces pensando en ti, ya te extrañé, ya boté una lágrima. Mañana te insultaré, juraré olvidarte. En el fin de semana: saldré a bailar y me encontraré con alguien. Le daré mi teléfono, nos besaremos, haremos planes para la próxima semana. En todo ese tiempo, tú no me llamaras, aun no habrá llegado el final del mes. Borracha de deseo y alcohol, te escribiré un mensaje de texto: "Me estoy divirtiendo sin ti. Te odio. Te amo.". Tú no contestarás. Eso será demasiado, me habré pasado de la raya. Ya no me volverás a llamar nunca. Tal vez esperarás al otro fin de mes, tal vez no... Me muero por decírtelo, pero tengo miedo, miedo de que el fin de mes no llegue con tu mensaje medio interesado/medio indiferente que renueva el ciclo y me da alas por una semana y media.

Lo digo aquí: Estoy enamorada de ti.

7 marzo 2010. 9:36pm

A intervalos

He hecho todo en intervalos. He mamado, me han comido, me han puesto en todas las posiciones, pero sin continuidad. Eso es lo que más quiero ahora, la continuidad... cuando llevas meses chingándote a alguien y han hecho de todo, pero un día le dices "quiero probar esto" y listo. O cuando simplemente sucede porque se da como un escalón natural...

Quiero llegar del trabajo y al entrar a la puerta mamárselo mientras aún esta en su uniforme. Quiero salir de la ducha, acostarme en la cama y que me despierte su sexo tratando de entrar en el mío. Quiero que me hale el pelo y me de nalgadas porque sabe lo mucho que me excita. Quiero que me tiente, que me provoque y se rehuse a metérmelo; que me lleve al orgasmo manipulando mis sentimientos. Quiero que me llame mientras estoy sola en casa y tocarme para él mientras está en el tapón de camino a mi.

Quiero verlo más allá del sexo, quiero ser más que eso. No es hasta que esas cosas pasan, hasta que lo cotidiano se mezcla con lo sensual que no se tiene esa tranquilidad. Mi sexo está cansado de anhelarlo y de opacar el resto de mis sentimientos, de obstaculizarlos y mezclarlos con este deseo constante.

Quiero saber lo que siento más allá de tu piel y mi piel. Quiero dejar de llorar cuando me toco y me vengo pensando en ti, dándome cuenta con el último trémulo que sigues lejos, seguimos a intervalos y no hay certeza de que me vuelva a estremecer contigo.

7 marzo 2010. 5:42pm

sábado, 9 de enero de 2010

Resoluciones

¿Por cuánto tiempo mas? No eres ahora. ¿Serás? No puedo sentarme a esperar.

No prefiero hacerlo de esta manera, pero mientras... tendré que mirar a otros hombres y sentir como sus sexos se alzan para mí. Ver sus gotas de sudor y sentirlas sobre mí. Oír gemidos y escuchar esas frases "me vuelves loco", "qué rico se siente estar dentro de ti", "¿te gusta cuando te penetro así?" con otra voz.

No puedo dejar que se me seque la piel en la espera, en una espera que puede nunca culminar. Tendré que experimentar ser la sumisa con un extraño y, luego de una conversación que no hubiera sido requerida contigo, sentir como azotan mis nalgas, como agarran mis pechos y me dicen mi sueño otra voz, otras manos.
Tendré que besar otros labios y saber que no hay chispa. Hasta que un día me sorprenda y la encuentre de nuevo. Tal vez en otro. Quizás en el recuerdo de nuestros besos. Seguiré experimentando otras bocas y dando mi cuerpo a quien yo se lo quiera dar porque tú ya no lo puedes poseer, ¿cómo en la distancia? Hay maneras, pero no entraré en eso ahora. Ya me tiene que dejar de doler.

Quiero que me duelas y sentir que me alivias, pero ya es hora de que renuncie a esos sueños. Sueños que incluyen a dos son siempre peligrosos. Uno puede hacer por uno, pero ¿por el otro?

Dueles. Te dejé que me dolieras demasiado. Ahora me tiene que doler la piel. Me tiene que doler el sexo. Tengo que equiparar a otros hombres en otros aspectos para que dejes de ser el único. Tengo que seguir engañándome. Como cuando dije que te engañas tú.

2:57pm 9 enero 2010.