jueves, 23 de octubre de 2008

Una brisa me trajo

Gracias, porque ahora doy cuenta de mis 5 fantasías prioritarias, mercenarias, empresarias... Me han llegado como una bofetada en la cara, como la que te quiero dar. Sueño con un hombre acostado boca abajo sobre mi cama, con las piernas bien abiertas y un tubito de vaselina. Imagino un tubo en medio de mi habitación, una gaveta llena de prendas de todos los colores y detalles. A eso le sigue un espacio inmenso al aire libre equipado con una sábana, un árbol de mango y uno de aguacates que sirvan de postes para mi hamaca. En la noche, una cámara con siervos/siervas/siervos/siervas a mi completa disposición y merced.

1:28am 26 noviembre 2008.

lunes, 20 de octubre de 2008

Todo pasa, algo pasajero queda

En la distancia, en las peleas, en el amor, en el recién dejarse hay una tortura para cada cual. Una tortura agridulce en forma de una canción, un nombre que se repite, un lugar, múltiples sueños de noche o en preguntas sobre esa persona-pasado. Sólo me descontrolaba cuando al caminar, me tropezaba contigo... Acaso lo imaginaba. Acaso ya lo tenía conmigo, metido en la piel.

Apenas me monté en su carro me di cuenta de que había algo familiar. Al instante, me acordé de ti, aunque ya no tenía motivos. [Hace un tiempo no hablamos sino a través de mensajes de voz que nos dejamos, fracasando siempre alcanzar el encuentro telefónico.] No pasó un minuto más que noté lo que me pasaba. Sí, era sólo a mí. Ese algo familiar era tu olor. Otra vez sentí tu olor sin ti, pero no eras tú, ni era tu olor. Tenías un olor particular -como dulce- un aroma que me consolaba cuando nos abrazabamos y aspiraba tu piel.

No me dolió tu olor, tu recuerdo. Hoy me lo saboreé y recreé en medio de otra conversación los primeros, los intermedios y los últimos momentos, con todos tus aromas y todos tus sabores, con medias sonrisas y suspiros cortos que supe disimular. Ya te descubro sin sentir tropiezos. New Car Scent.

1:04am 20 octubre 2008.

martes, 7 de octubre de 2008

Striptease

No puedo pensar en escribir para otros. En satisfacer los deseos que no conozco. Sólo puedo escribir en estas ventanitas presionando mis dedos, no los de alguien más. Soy sólo yo. Rizos, porno, bellaquerías.

Durante el día, me niego a todo el mundo. Leo, escribo propuestas, busco en el internet, imagino viajes.

En mi cama, día o noche, me toco trazando cronologías reales y ficticias: el primero, el bombero que aún no conozco, el hombre que entra a la fuerza a mi casa, mi ciber amor mexicano, la chica del final del pasillo en mi antiguo hospedaje, mi "novio" banquero, el futuro profesor, y así, sucesivamente.

Durante la noche, voy al gimnasio, empiezo a cambiar mi vida, salgo a darme unos tragos con amigos, provoco miradas.

En mi mente creo espacios de libertad, donde la gente no usa palabras basadas en el género y yo puedo ser sin miedos dominante, sumisa, estrella, bisexual... Me veo de espaldas, de rodillas, de negro, con puntillas, con botas, descalza, al aire libre, en una sala oscura.

No puedo pensar en otros. No pulso mi teclado para declararme ante los demás, sino para crear, para hablarme un tanto a escondidas. Sólo puedo ser yo: rizos y fantasías sin orden, fechas y horas para dar cuenta de mi existencia una vez más. Nada me define, nada me reprime. Ni el tiempo que escribo ni mis mentiras/verdades verdades/mentiras.

12:50am 7 octubre 2008.

lunes, 6 de octubre de 2008

Me pinté las uñas de rojo

y durante esos días:

Lavarme las manos era sensual.
No paraba de imaginar mis manos acariciandolo todo.
Tenía unas ganas increíbles de tirarme fotos porno.
No pude escribir tanto. Tenía los dedos ocupados en otras cosas.
Al despintarlas se fue la magia, pero quedaron los deseos.

11:48pm 6 octubre 2008.