
A veces su contenido es tanto y tan intenso, que es difícil de controlar y se me escapa el olor. Pero me contengo, hasta que llega él.
11:50pm 21 enero 2009.
Como tantos otros blogs, este es anónimo.
Mis senti(pensa)mientos son anónimos, pero llevan hora y fecha.
Mañana mi pantalón acariciará de manera especial todos mis contornos. Y mis senos estarán visibles lo suficiente como para que los anheles toda la tarde. Con mis nuevos tacos negros, caminaré con la seguridad de que te doblegarás ante mí, varias veces.
Te miraré a través de mis espejuelos diciéndote cosas sucias con la mirada y no sabrás si es real o tu imaginación. Engáñate, como solía engañarme antes. No te resistas. Te vencerán las ganas.
12:49am 12 enero 2009.
Este espacio es anónimo porque mientras alguien lo encuentre sin querer, yo no seré consciente de que existen los lectores de las letras que presiono sobre este y otros teclados. No se trata de pudor, se trata de pureza del fluir de (mi) conciencia. Si no sé que estás, no escribo para nadie. Si un árbol cae en medio del bosque y no hay persona que lo escuche, ¿suena? Si hay unas palabras escritas sin publicar, ¿alguien las lee? Quien las encuentre de casualidad. Pero para aquel que se tropiece con este rincón, le ofrezco la fecha y la hora de la ocurrencia. A modo de fabricar teorías propias, como siempre estoy haciendo, ese pedazo es para mí, pero todo lo que está aquí lo es, sólo que esta vez, te doy un acceso remoto. Si quieres, tómalo. No expira.